viernes, 1 de noviembre de 2013

Pure Calmille de Yves Rocher

Hay tantas muestras que nos mandan en las revistas que hay que ir dándole salida a muchas de ellas para poder hacer sitio a las nuevas. Aunque con una muestra pequeña no te da tiempo a saber si el producto de marras va a ser de nuestro agrado sí que hay alguna que otra que agradecemos que la muestra sea pequeñita, y eso es lo que le paso a nuestra Curuxa con la Pure Calmille de Yves Rocher, que menos mal que le dió solamente para dos veces porque aquello parecía un castigo...

Lo que nos cuentan de esta crema es que se adapta a todos los tipos de pieles, se puede usar mañana y noche durante todo el año para disfrutar de una auténtica sensación de bienestar en la piel.

Según ellos su punto fuerte era una textura delicada que se absorbe fácilmente y que respeta la piel.

                        
                                    

La muestra apenas nos traía 1 ml y en un principio sería para usar un día por la mañana y por la noche.

Cuando se probó la crema lo primero que destacó fue su fuerte olor (algo parecido al olor de un armario donde se guarda ropa vieja, de esos armarios de casa de los abuelos que no se abren en años), lo malo ya no era ese olor fuerte si no que no se iba en todo el día.

Si que es verdad que no hubo ningún problema para extenderla, tenía una textura bastante cremosa, peeeeero el problema fue que era demasiado grasa, quedándo esa sensación de grasa en la cara el resto del día.

Esa noche fue imposible volver a echarla ya que aún se tenía la cara medio grasienta así que se dejó para la mañana siguiente.

A la noche del segundo día después de lavárse bien la cara y quitarse crema, maquillaje y demás la Curuxa vió que le habían salido un par de granitos en la cara, así que definitivamente esta crema no pasa el "Test Curuxil"

Al menos para nuestra Curuxa que tiene una piel mixta esta crema no es la adecuada.